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5 de diciembre de 2013

Hablando de gatos

 Confieso públicamente que tengo tres hermosas gatitas que llegaron sin mas a nuestra vida. Antes solo habíamos tenido perros y algunos otros animalitos que pululan por la vida infantil.

De echo, los gatos no eran mis animales preferidos, aún más, sentía una profunda aversión y temor por ellos. ¡Pero la vida nos guarda sus lecciones!

La primera de las niñas "Pulgita" llego en manos de mi hija, la encontró atrapada en la cerca de entrada de mi casa y se acercó pensando que era un ratón un poco extraño, la rescato y llegó a mi casa. Era tan pequeña que no sabia beber, así que metía el hocico diminuto en la leche y se relamía la carita. En fin, mi primera sensación fue de franco horror... pero no pude ponerla en la calle de nuevo, así que acepte tenerla en lo que le buscábamos un hogar.

Me horrorizaba que al verme se trepara en mi y se metiera bajo mi blusa buscando el calor, pero poco a poco me di cuenta que se acurrucaba cerca de mi corazón y que temblaba y temblaba y que poco a poco se tranquilizaba estando ahí. Mi corazón se fue fundiendo en una profunda ternura al sentir su desvalimiento y su búsqueda de calor de mamá. 
Esta pequeña me trajo ternura, tanta que no deja de asombrarme que habitara en mi tal cantidad y que no la haya notado antes.

La segunda "Ramona" llegó para acompañar a la Pulga que estaba en profunda depresión por la muerte de su único referente y compañero animal, nuestro querido Pupy un maravilloso perro criollo que compartió su vida con nosotros por diecisiete años. La Pulga dejo de comer y se acostó, sin moverse casi, de la tristeza que le dejo su partida, así que decidimos buscarle compañía. Fue así que encontramos a Ramona. Fuimos a un refugio de animales a buscar una gatita, no piensen siquiera que elegimos a alguna, ella simplemente nos eligió, saco su mano y jalo a mi hijo, al sacarla simplemente se estiro en sus brazos y se acomodo, no hubo más preámbulos... nos adopto.

Con ella llegó la alegría, ella no tiene problemas de ninguna índole en la vida, las cosas se hacen cuando ella quiere y a la hora que quiere... nada se le atora porque ella es la dueña del mundo, de nuestras vidas y nuestro tiempo y... ¡más vale que nos quede claro! porque sus regaños y gritos cuando no obedecemos  sus ordenes  y acatamos sus deseos son verdaderamente pantagruélicos. El día comienza cuando a ella le da la gana... no hay forma de no escuchar sus reclamos si no estamos de pie cuando ella quiere salir o tomar agua. Las discusiones con las que comienza el día con ella, son gozosas y me llenan de vida. De lo que no estoy muy segura es de si a la Pulga le hicimos un favor o le complicamos la existencia... lo único que me queda claro al respecto es que ya no se le permitió más estar deprimida... la pobre ya no tuvo el tiempo para ello.

La tercera y hasta ahora la última "Pelusa" la encontramos en la calle al salir a comer con mi abuelita, lloraba un poco en la puerta y parecía querer entrar, supusimos que vivía por ahí. Al regresar seguía en el mismo lugar llorando por entrar, nos acercamos (mis hermanas y una sobrina animalera que tengo por ahí) le dimos leche y la tomo, se dejó cargar y.... listo, vino a dar a la casa mientras buscábamos a sus dueños. Es blanca y estaba perfectamente alba, así que supusimos que vivía en alguna casa cercana, pero resulta que nadie la reclamo. En el viaje de ida a mi casa lloraba y sollozaba con tanto sentimiento que lo único que quería yo hacer era consolarla y abrazarla para calmar su llanto. ¡Y por supuesto se quedó!

Ella me trajo la dulzura, agradece cada gesto que tiene uno para ella...si le pongo comida, me llena de "restriegos y ronroneos", si le pongo agua lo mismo, si le abro la puerta igual... sale a pasear y a estrenar el día y regresa en poco tiempo, entra buscándonos y cuando nos encuentra nos regala arrumacos... y yo simplemente siento que me voy convirtiendo en miel, o en caramelo o en algo semejante, no me ha quedado más que sentirme rebasada por este calor que se abre paso en mi y que poco a poco me llena.

Definitivamente a los gatos no los elegimos, ellos nos escogen para que tengamos la oportunidad de recibir lo que nos traen como regalo, para darnos la oportunidad de compartir su existencia y sobre todo su esencia...

Que fué lo más dificl de ser mamá

Me preguntaba en una discusión en Planeta de Mujeres que había sido lo más difícil de ser mamá. No se que sea lo más difícil de ser mamá pero tengo una idea clara de lo que no haría otra vez.
 Ahora que mis hijos son ya adultos (a veces no estoy tan segura) miro hacia atrás y me doy cuenta que lo más difícil fue saber que hacer para fortalecerlos, en este afán de no "traumarlos" me perdí muchas veces y fui buena, buena, buena. No sabia como ser correcta.

Hoy si volviera a empezar estaría clara que lo correcto es formar sus alas, entender que lo que yo haga por ellos es algo que no aprenderán a hacer, les enseñaría a respetarse respetándome primero, les mostraría que nada nos hace más libres que ser responsables de nosotros y eso implica asumir las consecuencias de nuestras decisiones (mil veces les evite las consecuencias para que "no sufrieran") porque en cada una hay lecciones que nos permiten crecer.

Si volviera a ser madre miraría siempre al futuro de mis hijos para estar clara de las decisiones que debería tomar en cada momento y sabría que decir y que hacer. Me bastaría con preguntarme si esto  lo volvería fuerte para luchar por sus sueños... si  aquello le daría nuevas herramientas para ser libre y responsable de su vida.. si eso sería una lección de valor para que después fuera una persona de valor y valía... si esto o aquello lo estaría preparando para ser  feliz.
Respetaría más sus intentos de hacer y crear sus experiencias y no les enseñaría a hacer las cosas  "de la forma correcta"
Dejaría de preguntarme si en este momento "lo voy a traumar", si se va a sentir mal, si esto lo va a hacerse sentir frustrado, si estoy limitando su expresión. 
Miraría hacia el futuro y sabría que ¡SI, ASI ES LA VIDA! Es un continuo reto y un camino lleno de oportunidades para crecer, para demostrarnos nuestra valía, esta llena de emociones de todo tipo (las correctas y las "inapropiadas socialmente hablando") que son el caleidoscopio de  todo lo que somos, de todo lo que nos habita y es gracias a ellas que podemos conocernos y las que nos permiten la oportunidad de cambiar.  ¡SI,  ASI ES LA VIDA!   una aventura en la que nos vamos midiendo, en la que tenemos que hacer uso de todas las capacidades y fortalezas.
Sabría que cada reto, que cada frustración es la ENORME OPORTUNIDAD de expresar lo que son, lo que los habita. Es la oportunidad de ejercitar sus fortalezas para que puedan creer en ellos mismos... para que ejerciten sus alas.  
Si hoy volviera a ser madre,  permitiría más la frustración para retarlos a crecer, me respetaría más para enseñarles su propio respeto,  y los haría asumir las consecuencias de sus actos para enseñarles la libertad de vivir... al mismo tiempo que les daría mi mano para que supieran que estaba con ellos, los acompañaría a descubrir su fuerza y los cobijaría para que supieran que sin importar los errores cometidos son y siempre serán seres maravillosos, únicos y esencialmente AMABLES (dignos de ser amados)

Creo que lo más difícil de ser madre fue NO saber que antes de serlo tenia que ser libre de mis miedos y mis creencias, NO saber que antes que llenarlos de "amor" tenia que amarme profundamente.

Mi azoro


¡Me siento tremendamente asombrada! Mi madre fue entrevistada, junto a mi hermana, la fundadora de Mujeres Construyendo y aunque tengo un año de saber de su hacer y de escribir de vez en vez; de repente ver en la televisión, en un lugar lejano a mi, la entrevista que le hicieron a las dos, fue como algo enceguecedor. 
Fue darme cuenta del valor que tiene su vivir, su hacer, su decir. Algo que esta en mi vida de una forma cotidiana, algo que es parte de mi vida, de mis conversaciones, de los chistes entre nosotras, de eso que nos pasa cada día y que es tan cotidiano que no le damos importancia... tal vez como el amanecer o el día apareciendo en el canto de los pajaros; está ahí, siempre está ahí y ya no lo notas.
Pues simplemente fue mirar, que no ver (porque lo veo todos los días) y darme cuenta de cuanta lucha e integridad hay en todo esto. Cuanto valor para hacer lo que crees, cuanto compromiso para luchar por tu causa, cuanto valor para exponerse y expresarse.  
Hoy me siento agradecida de tener a estos dos mujeres maravillosas en mi vida y agradecida también por mirarlas cuando están aquí, a mi vera... por tener el tiempo todavía  de seguirlas, mirarlas y contemplarlas... de valorarlas y hacerlas mías, esperando que algo de ellas quedé en mi: que encuentre el valor de decirme, de saberme valiosa, de creer que lo que soy y lo que vivo es único.
Hoy va mi intento de exponerme, de abrir esta cotidianidad a otros ojos, de calmar mis miedos y decirme.... simplemente decirme... asi.
Mil besos a la Abuela, Abuela y a la Hermana, Hermana y mi respeto profundo por este su hacer.
¡¡Gracias por estar en mi vida!!